El problema del cliente era que si la carga del resorte era demasiado alta, la tapa de la guantera no se abriría, pero si era demasiado baja, las vibraciones procedentes del coche harían que se abriera. El ingeniero probó muchas variaciones de resortes pero no pudo encontrar una solución óptima.
Con el plazo de entrega aproximándose rápidamente, el ingeniero hizo un esquema del resorte y lo envió a la planta de prototipos de Advanex en Koriyama. Basándose en este esquema, utilizando las ventajas de las máquinas numéricas de control y de los especialistas, se prepararon muestras en incrementos de 1 Newton en torno a la carga óptima calculada por el ingeniero.
El ingeniero del cliente visitó la instalación y recibió las muestras de muelles, por lo que las colocó en la guantera y en la tapa. Una vez elegido el mejor resorte, el ingeniero regresó a la planta del cliente y comprobó que el resorte pasaba las pruebas de durabilidad.
Sin embargo, durante el montaje, descubrió que había un posible riesgo de lesiones debido al extremo afilado del resorte. El ingeniero rediseñó el resorte para eliminar este riesgo y envió los planos a Advanex. El resorte se rediseño y se mejoró aún más, y finalmente, tras varios ensayos, se envió el resorte ideal dentro del plazo de un mes que había dado el cliente.
